Título: 1. A dos caras 2. Disrupción 3. Saliendo del miedo 4. Transporte 5. Vacaciones Género: Pintura y collage Dimensiones: 21x30 cm Materiales: Pintura acrílica y cortes de fotografía (en algunos casos) sobre papel Canson de 200 gr. Breve descripción de artista: Estas 5 obras fueron hechas en este año 2020 a partir del mes de marzo al inicio de la cuarentena a causa de la pandemia del Covid-19. Reflejan mis sentimientos más profundos y estados anímicos que fueron sucediendo e intentan además reflejar el sentimiento colectivo percibido, muchas veces, en las terribles noticias acerca de la evolución del coronavirus en el mundo. No sé qué otras lecturas puedan darle otros ojos a la obra, pero para mí fue tomar el pincel y el papel, tratar de conectar con mis sentimientos y plasmar en el papel. Como también soy fotógrafa, y tenía fotografías impresas, me parecieron que algunas de ellas hacían un click con la pintura ya hecha, entonces fueron agregadas a la misma. Estas obras fueron una forma de sobrellevar la cuarentena y toda la tensa situación que generó y sigue generando la pandemia por el Covid-19.
En una primera instancia parecía que esto de estar pendiente de dislocar la mirada para adentro y así no aburrirme de girar y girar por el mismo perímetro, apartado de algo común como cruzar entre las dudosas calles con pocas señales, se desplazaría a tocar las puertas que están al fondo de este pasillo de paredes espatuladas mientras observaba un espectáculo único, de una sociedad en la incertidumbre con los rostros anulados de un reconocimiento facial más el estallido de los dispositivos de control exponiendo la brutalidad de un ser deslocalizado de sus sentidos, que silencia a sus otras caras o extensiones que piden ser transporte y guías del bucle con tentáculos vidriosos. En el encierro, la memoria y el recuerdo entre la disrupción de tecnologías que combustionan en contra de los pasos inconscientes, lentos y sigilosos para entrar más adentro del hueco que propone tallar salidas en la matriz del miedo que crece y se construye muy adentro. El infectado busca mecanismos para generar anticuerpos que activen la voz de las vísceras que suplican un receso a la producción excesiva de deseos que terminarían insatisfechos. Dicen que más abajo ya instalaron ventanas, también que se puede ver el río que agita un cartel luminoso de esperanza a salir de esta pandemia de la no-vida que arrastramos hace tanto, al parecer los trapos de la cocina no duran tanto y necesitan de cambios y repienso. Dentro del cosmos que guarda un ser, se esconden partes que guardan color, silencio y reflexión, donde el lenguaje bullicioso se descargan por las manos, los surcos fuertemente conectados, desplazando pigmento y rasgando revistas , simbolizando coyunturas, habitando otras instancias. De visita a otros terrenos, pero sin moverme de casa, una serie de obras me llegan al mail, descorporizado, moviéndome también a la reflexión del momento que estamos pasando.