Descripción: Intervención con escultura de alambres reciclados con hilos rojos sobre alambrado. Concepto En estos últimos tiempos retomé muchas cosas que deje de hacer en el pasado, como la elaboración de ñanduti y otras artesanías; trabajos manuales que volvieron a ser rentables en estos tiempos de escasez. Año: 2021.
Texto reflexión de Cassandra Nolasco
México - Paraguay
Nos encontramos a 7076 km de distancia mientras escribo esto, la situación que vivimos a nivel global y la forma en que la sobrellevamos es en muchos territorios cuando menos parecida. Platicando con Fausto sobre las dificultades para sobrellevar esta situación, me di cuenta de que muchxs en este tiempo hemos decidido retomar prácticas que aprendimos en el pasado y que por alguna razón, comúnmente la falta de tiempo, las habíamos dejado de lado. Aunque probablemente haya quién más que tomar una elección por un genuino interés en retomar dichas prácticas, lo haya hecho porque era la única forma de conseguir una entrada de dinero en estos tiempos y es en este caso que Fausto recurre al ñanduti (tejido tradicional paraguayo). Del bordado y los tejidos quiero rescatar todo lo que implica realizarlos, partiendo de la materialidad del mismo hilo y tela, como también el tiempo y paciencia dedicado a ese momento específico. Me gusta también esta ritualidad que hay en dedicar ese tiempo para uno mismo, sobretodo porque aunque es una labor designada socialmente al rol femenino, en el arte también es una práctica menospreciada que muchas veces ni siquiera es tomada en cuenta dentro de las categorías de una convocatoria. Escribir sobre la obra de Fausto me parece curioso porque justamente me encuentro re-experimentando el bordado, mis pequeños acercamientos hacia esta práctica habían sido únicamente mientras estudiaba la licenciatura en artes y los había limitado a un “escribir con hilo”, de una forma más intuitiva ya que nadie más en mi familia lo practica y no es algo que hasta ahora haya estudiado de manera formal. Creo que en general no se había dimensionado la importancia y la pertinencia del arte hasta ahora, lo podemos notar en que a lo largo de este casi año de cuarentena ha recaído sobre la cultura, agentxs culturales, artistxs visuales y creadorxs, la responsabilidad de ser contenedores emocionales para mucha gente a nivel mundial, cosa que no necesariamente se ve reflejada en las prioridades del gobierno y con ello me refiero a recortes presupuestales en cultura y la falta de oportunidades para dicha comunidad, al menos esa es la situación en México. Bien que mal, la manera en que ahora disponemos de nuestro tiempo nos ha permitido re-explorar y expandir nuestras prácticas artísticas, replantearnos la forma en que nos interesa insertarnos dentro del circuito del arte y al mismo tiempo cuestionar las cosas que priorizamos en nuestro trabajo. Con esto último también me refiero a la forma en que decidimos de qué manera queremos visibilizar lo que hacemos, ¿por qué aplicar a determinadas convocatorias?, ¿quienes son las personas que manejan estas plataformas y espacios?, ¿son lugares seguros? y en general, cuestionamientos que surgen a partir de nuestros principios e intereses personales.