Descripción: “Detrás de las puertas” es una obra audiovisual, constituida por tres monólogos de tres mujeres que se encuentran, por diferentes motivos, encerradas en sus casas, lejos de su ser querido y manifiestan los conflictos internos que surgen por causa de dicha separación. Estos tres monólogos fueron grabados en casa durante el confinamiento obligatorio del 2020; dos de ellos con la cámara fija de un dispositivo móvil y el tercero con la cámara de un computador. El objetivo de cada uno de estos fue realizar un proceso creativo a través de la exploración de una parte de la casa, siguiendo una estética realista y haciendo uso de elementos existentes en los hogares contemporáneos, ahondando en las emociones que afloran al estar separados, físicamente, de las personas amadas. Duración: 11: 08 minutos
Texto reflexión de PERFORMANCECOISA
Detrás de las puertas, ríos y llantos. Las aguas fluyen en 3 actos. Lo siento por la lluvia. ¿Qué queda cuando pasa la lluvia? En el tercer acto de la obra de Ditta, donde escuchamos un fragmento de la obra La Voz Humana, de Jean Cocteau, podemos trazar un paralelo con el momento pandémico que atraviesa el mundo.
Recuerdos de sensaciones ásperas. Al principio, hay dos campos. Uno de penumbra, interior y confinamiento. En el reverso, apertura, libertad y claridad. Donde el mundo exterior se apunta y se registra con flash. Se habla por algo que vive allí. La gota ya es mar y pronto habrá otra lluvia.
Las lágrimas aún no se han secado pero hay ropa en el tendedero.
La dramaturgia fue escrita cuando los teléfonos estaban en su advenimiento en Europa (1927) y casi un siglo después es releída por el artista en esta obra. Desde detrás de otras puertas, fragmentos de una voz de desesperación en busca de una libertad empapada de rastros de sol desmantelando la piel que anhela contar los días pasados. En el medio, el dolor se rinde ante el avión. El cuerpo se acuesta ya pesar de que el sol da la bienvenida a las lágrimas, estas no cesan y como en un movimiento brusco, culminan en la oscuridad del último acto.
Nada se destila, simplemente se desborda. Tantas infiltraciones hacen que mi cuerpo sea todo agua y sal. Abro la ventana y dejo entrar la luz, poco a poco mis lágrimas germinan esperanza y mis corrientes diluyen la sal. Las líneas telefónicas adquieren diferentes significados en este punto donde la distancia se convierte en un gran problema para la forma en que los humanos estamos acostumbrados a relacionarnos.
El final comienza en la oscuridad. La voz todavía sufre, se pone en movimiento y reafirma la oscuridad, la ausencia, el goteo, la súplica... Al goteo de esa agua, corre y muere al aire libre. La figura femenina aislada y extremadamente triste en su casa se deja llorar por el tiempo y dejar que el viento seque sus lágrimas. Laissez-faire, laissez passer: entre revoluciones, pestes y decepciones, para el arte siempre hay un nuevo tiempo posible.